El primer GTA fue un experiencia verdaderamente original que nos ponía en el papel de un criminal que podía escapar de la policía a toda velocidad y pasar por las calles atropellando gente, disparando y robando bancos, entre otras fechorías. La idea y la mecánica de juego daban mucho material y Rockstar lo supo aprovechar, al punto que hoy hablamos de GTA V y es una experiencia igual de sorprendente, por lo visual, por lo argumental y por la jugabilidad que se adivina en todos sus rincones.
La nueva ciudad de Los Santos es otra de las tantas parodias del estudio, este caso con inspiración en Los Ángeles. Pero no estamos en una ciudad glamorosa y repleta de estrellas de cine y personas ricas y famosas, sino que es la sombra de lo que en algún momento supo ser.
Rockstar se toma con humor al realidad económica que atraviesa el mundo y nos cuenta la historia de tres ladrones de bancos cuyos sueños y proyectos son independientes pero se entrelazan en más de una ocasión.
Un estafador amante de los coches, un maníaco adicto a las drogas y antiguo ladrón de bancos son los que se encargan de tejer una divertida, original y muy bien lograda trama donde el guión gira en torno a cómo estos tres hombres harán un cambio total en sus vidas a partir de diferentes golpes criminales que podrían pasar a la historia de los videojuegos.
En GTA V podremos cambiar de personaje en cualquier momento de la partida. El estilo televisivo nos lleva de una acción a la otra con un efecto singular que se parece al zoom out de Google Earth. Así iremos de una charla tranquila con Trevor a una persecución en las costas con Michael. La aventura de GTA promete convertirse en una joya increíble de los videojuegos.