La productora de la película de anime Redline nos da una grata sorpresa poniendo a la venta la edición Blu Ray de una de las obras magnas de la Madhouse dirigida por Takeshi Koike que recogió el testigo del que fuera escritor del manga homónimo Katsuhito Ishii, una trepidante batalla interestelar en la que los verdaderos protagonistas son los coches.
Novedades de Redline en BluRay
Directamente desde Japón nos llega la que fuera revolucionaria obra de arte del anime Redline. Con una imagen cuidada y unas animaciones que nada tienen que envidiar a escenas reales de películas de acción, Redline se coloca un escalón por encima en materia
tecnológica con la llegada del BluRay de la obra. En un principio los fans más acérrimos al género lo comprarían por plataformas tales como Amazon que, con carácter internacional, vincula a vendedores y compradores de todo el mundo aunque hasta hace poco no se había sacado la edición con varios idiomas sino que el menú principal se hallaba en el idioma materno japonés con subtítulos en inglés bastante solicitado en el siglo pasado. Ante la llegada de Redline en castellano, las opciones se han multiplicado de tal suerte que actualmente se puede optar por la edición coleccionista en la que, además de los trailers de la película, también incluidos en la edición sencilla, tiene como materiales adicionales pegatinas, postales y contenidos interesantes acerca de la creación del mismo. El precio del mismo variará dependiendo de la edición pero, teniendo en cuenta que en sus ediciones japonesas rondaba los 29,90$ es de esperar que ronde, igualmente, los 30 e, incluso, 40 euros. De cualquier modo, Redline es un imprescindible para los seguidores de Anime y los fans de la automovilística.
La historia de Redline; un anime galáctico
Si a Takeshi Koike, productor de las imágenes de la parte de Kill Bill Vol.1 le hubieran dicho que crearía algo como Redline, hubiera intentado que el tiempo pasara más deprisa. Lo cierto es que Redline es una desquiciada y apasionante historia de carreras de coches en la que se entremezcla la acción propia del género con otros aspectos mucho más sofisticados como puede ser el contenido filosófico -social de la temática de fondo. Asi pues, nos hallamos frente a un posible artículo anime de lujo en años venideros por lo que la recomendación de adquirir preferiblemente la edición coleccionista no es un consejo vacío. Asimismo, destacar que el Festival de Montreal ya le rindió homenaje, llevándose de calle el premio del Jurado. Si a esto le añadimos una imagen muy alejada de la actual política de comercio de anime en la que, en muchos casos, es más determinante el éxito de un largometraje por su campaña de marketing que por la calidad de su ejecución y las líneas argumentales complejas y alejadas del idioma base, nos encontraremos de frente con Redline y su fantástico universo en el que diferentes caras desconocidas se convertirán en compañeros de viaje a los largo de más de una hora y media de duración.