Sonic regresa a lo grande con un nuevo juego, en exclusiva para Nintendo 3DS y Nintendo Wii U. Una aventura de estilo clásico y gráficos de última generación donde el erizo azul más veloz del mundo tendrá que recoger anillos dorados y enfrentarse a las temibles creaciones del doctor Eggman.
Más allá de la trama, que nunca ha sido uno de los puntos fuertes de la saga, lo que hace tan divertido a Sonic: Lost World es su diseño de niveles. Además de la campaña principal que dura aproximadamente 5 horas, podremos volver a visitar todos los niveles, descubrir secretos y batir récords, lo que garantiza un alto grado de rejugabilidad para un título donde Sonic, Tails, Knuckles y Amy vuelven a vivir aventuras como las de la era de los 16 bits.
El título recupera mucho de la velocidad y el estilo de juego que hizo famoso a Sonic, dejando de lado las propuestas más ambiciosas y combinaciones de estilos RPG y acción que sufrió el erizo azul en los últimos años. A lo largo de los niveles de Sonic: Lost World podremos realizar todo tipo de acciones, desde saltos hasta piruetas y rebotes contra los techos y paredes, pero el control no es del todo preciso, algo que puede terminar defraudando a los fanáticos de la serie de toda la vida.
Además, el desarrollo de personas y la trama es muy chato, similar al de la serie de televisión. A los más pequeños de seguro les gustará, pero a los jugadores con mayor experiencia, puede resultarles un dolor de cabeza.
Sonic: Lost World no pasará a la historia como el mejor juego del erizo azul, pero al menos intento recuperar un poco de su esencia, y la propuesta en 3DS y Nintendo Wii U sirve para seguir pensando que con un poco de esfuerzo, Sonic puede regresar a lo grande en la nueva generación.