Aunque Nintendo fue la gran revelación del mercado de los videojuegos con el lanzamiento, sucesivamente, de Nintendo DS y Wii, lo cierto es que su nueva apuesta no ha calado tan hondo como esperaba. Nintendo 3DS, que salió a la venta el pasado marzo, no ofrece los mismos alicientes y novedades que las dos consolas citadas. Su catálogo inicial es poco menos que una recuperación de clásicos, tanto de Nintendo como de otras consolas, que no atraen demasiado al jugador que lleva ya años en el mundillo. El aliciente del 3D, al igual que sucede en el cine o en la televisión, no termina de despegar.
Las ventas no estaban siendo las esperadas, ni en España ni en el resto del mundo, por lo que todo el mundo esperaba la rebaja de precio. Lo que ha sorprendido a propios y extraños ha sido lo rápido que se ha producido: hace apenas dos semanas, Nintendo anunció que el precio se reduciría de los 250 euros iniciales a 169,90 el próximo 12 de agosto, a nivel mundial. Casi la mitad en apenas cinco meses.
Muchos han respirado aliviados y están de acuerdo en que se trata de un precio mucho más razonable teniendo en cuenta lo que Nintendo 3DS ofrece. Sin embargo, quienes se compraron la consola al precio de salida se sienten estafados y decepcionados, teniendo en cuenta que con sólo haber esperado unos meses podrían haberse ahorrado un dinero considerable. Para “premiar” a estas personas y paliar su desengaño, la compañía ha preparado un programa al que han llamado “Embajadores Nintendo”, consistente en el regalo de diez juegos descargables de NES y Game Boy Advance, algunos de ellos exclusivos. Basta con haber entrado en el eShop, la tienda virtual, antes del 12 de agosto.
Ya se han desvelado varios juegos de esta promoción, algunos de ellos grandes clásicos de la historia del videojuego: Super Mario 3 (en su versión de Game Boy Advance), Ice Climber, Balloon Fight o The Legend of Zelda son algunos de ellos. En sólo cuatro días tendremos el catálogo completo, y también sabremos si el nuevo precio de Nintendo 3DS consigue hacer despegar por fin sus ventas.