Series con una temática que trata el amor o cariño entre los hombres no hay tantas y es por eso que, cuando empezaron a salir, causaron una gran sensación en el mercado haciendo que el público femenino también se interesara por los mangas y los leyera, o viera las series de anime.
Una de las primeras series (y ojo, digo series, no ovas) es Yami no Matsuei, de Yoko Matsushita, una serie actualmente de 12 tomos que, si no recuerdo mal, está inconcluso pero también porque la autora sufrió un parón de varios años de duración (creo que fueron como 11 o así).
En España podemos encontrar el manga en las tiendas a un precio de 4 euros cada uno si bien al estar ya descatalogado es difícil de completarlo (y teniendo en cuenta que no tienes la historia completa muchos han dejado de coleccionarlo).
Sobre la historia me sorprende por el personaje y su carácter. Tsuzuki, el personaje principal, parece un tipo gracioso y cariñoso cuando, en realidad, es un hombre lleno de misterio y de miedos, es un ser débil, así podríamos calificarlo conforme vamos avanzando la historia convirtiéndose su compañero, Hisoka, en la parte fuerte del grupo a pesar de que él comienza siendo el débil.
Esa combinación, el hecho de que el malo de turno vaya por ellos, sobre todo por Tsuzuki y las escenas subidas de los personajes hicieron en su día a la serie una de las más apreciadas por el público gusto de yaoi. Sin embargo, al quedarse parada tanto tiempo la serie dejó de gustar.
Personalmente el anime me gustó pero no se llega a profundizar al nivel de la historia del manga y el anime y el manga tiene muchas cosas diferentes entre sí que pueden llevarte a pensar cosas que no son.
Como historia de iniciación al shounen-ai (yaoi) no está mal y la historia llama la atención.