Piratería e imitación: un repaso por el mundo de las consolas

Desde la época de las consolas de 8 bits, el mundo de los videojuegos ha sufrido de la piratería. Hoy en día se pueden ver diferentes mecanismos y tecnologías para intentar copiar juegos o jugarlos mediante descargas ilegales, sin comprar el título en sí, pero no es novedad.

En la época de las consolas de 8 y 16 bits, eran famosos los denominados “clones”, copias de las consolas más punteras con especificaciones similares, pero sin el respaldo de la marca original. El mercado chino es uno de los principales responsables de la aparición de curiosas consolas con nombres, a veces muy similares, y otras veces totalmente diferentes, pero que podían correr los mismos juegos que una NES o una Sega Megadrive, por ejemplo.

Consolas piratería 2 (500x200)

Posteriormente llegarían copias de PlayStation y Xbox, pero a diferencia de los modelos anteriores, que eran más sencillos de copiar, las consolas de nueva generación tenían tecnologías muy específicas, y finalmente se trata de consolas de 8 o 16 bits con un estilo de carcasa similar a las consolas más nuevas, una estafa, pero divertida para coleccionistas de curiosidades.

En los años 90 uno de los modelos de consola pirata más famoso fue NASA, con un diseño exterior exactamente igual al de la NES europea, y compatible con sus cartuchos. Incluía la pistola de luz y los mandos del diseño original, o una versión más extraña con controle similares a los de Sega Megadrive.

Consolas piratería 1 (500x200)

NASA es famosa por haber incluido decenas de cartuchos con juegos de “20 en 1” que en realidad ripeaban juegos de NES y los dividían en niveles. Una estrategia de marketing que se hizo muy habitual entre los clones.

¿Quieres conocer otros modelos extraños en la web? Busca el modelo de famiclon (clon de Family) de PS3, o la PS1 con botones coloridos. El ingenio de los piratas no se detiene.

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