Todos nosotros conocemos la cultura anime, y las diferencias clásicas que suelen existir no sólo entre estos dibujos animados, sino también entre ellos y los humanos. Sin embargo, un conjunto de estudios recientes indican que en realidad la relación entre el anime y los humanos podría ser más cercana de lo que se piensa, incluso al punto de que terminemos por parecernos a ellos dentro de no mucho más tiempo.
En concreto, se sabe que el artista e investigador Nickolay Lamm ha trabajado recientemente junto a un especialista en genetista computacional para investigar e ilustrar cómo lucirá en 20.000 años y posteriormente el ser humano, si consideramos que la evolución de la especie no se detiene y las facciones que fueron mutando con el tiempo lo seguirán haciendo.
De hecho, si hace unos 800.000 años, los cambios de temperaturas provocaron una triplicación del tamaño del cerebro y del cráneo humanos, que condujo a un aplanamiento de la cara, ahora se espera que en el futuro, nuevamente sea la zona del cerebro la que vaya creciendo, lo que podría provocar que nos terminemos pareciendo en la vida real a los anime de hoy en día.
Si nos basamos en las investigaciones de este experto, podemos concluir que de aquí a dentro de 20.000 años, la cabeza será más grande, con un frente que es sutilmente más grande y unos ojos que comienzan a ganar tamaño. 40.000 años más tarde, con la novedad de controlar el genoma humano, se espera que muchos de los rostros de las personas continúan incursionando en modificaciones en tal sentido.
Finalmente, y como se espera que la piel se vuelva más pigmentada para disminuir el daño de la radiación UV nociva fuera de la capa de ozono protectora de la Tierra, terminaríamos por adquirir el clásico color que posee el anime y definitivamente, parecernos a ellos.