En varias ocasiones he tenido curiosidad por saber algo más sobre el origen del manga, a quien puede considerarse el primer mangaka de la historia, cuales fueron las primeras tiras, sobre que trataban, en qué epoca… Pero, tal y como ocurre en muchos puntos de la historia, me encontré que hay diferentes versiones sobre el origen del manga: la versión oriental y la versión occidental.
Los japoneses insisten en que el artista Hokusai Katsushika, representante del ukiyo-e, fue uno de los precursores. Él creó el término manga combinando los kanjis de informal (漫 man) y a dibujo (画 ga) para definir su ilustraciones, dónde mezclaba imágenes y textos. Posteriormente se siguió utilizando esta palabra para otras obras, que cumplían mas o menos con dicho requisito.
Pero un estudios estadounidense insiste que en el siglo XIX el manga recibió la influencia de Europa gracias al francés Goerge Fernand Bigot y al inglés Charles Wirgman, lo que apoyó la modernización de las ilustraciones a un cómic más actual.
Bigot llegó a Japón como maestro de arte y con el tiempo fundó la primera revista humorística llamada Toba-e, en la cual satirizaba a la sociedad japonesa y al gobierno. Wirgman llegó a Japón como corresponsal del periódico ilustrado London News. En 1892 publicó en Yokohama una revista humorística al estilo ingles llamada The Japan Punch.
Se insiste en que la aportación de estos hombres fue crucial para la modernización del manga, puesto que ambos introdujeron elementos que jugaron un papel crucial en el desarrollo actual del manga. Wirgman frecuentemente empleaba los bocadillos para los diálogos y Bigot arreglaba la secuencia de su narrativa tal y como la conocemos ahora en los cómics.
Desde luego, no me atrevería a darle la verdad absoluta a ninguna de las dos versiones; porque, por un lado, los japoneses siempre van a insistir en que el manga ha sido un producto de Japón, y por otro lado, los americanos y algunos países occidentales siempre han querido reestructurar y tener autoridad sobre oriente y destacar sobre otros países. Sin duda, el manga podría ser una mezcla de diversas corrientes (el ukiyo-e y el estilo de dibujo occidental) a lo largo de un período de expansión colonial. Se dice que sólo tras la Segunda Guerra Mundial, el manga se convertiría, progresivamente, en lo que hoy conocemos.
La industria del manga a finales de los años 40 estaba casi inactiva, una de las principales razones fue que la mayor editora de manga, Manga, fue destruida durante un bombardeo en 1944. Inmediatamente después de la guerra, la situación del país no era la mejor, sólo se podía invertir en lo absolutamente necesario y el manga no era indispensable. Además existía una enorme carencia de papel.
Sólo Kodansha, una de las empresas más fuertes en la producción de manga, dejó de editar sus revistas algunas semanas después de la derrota. Al poco tiempo, aún con el poco papel que se podía conseguir, siguió con su labor (y así hasta la actualidad).
El manga empezó a convertirse en un espacio de libertad y expresión. Empezó a interesar profundamente a los mangakas (autores aficionados de manga) revivir en sus historias la destrucción y la resurrección de las ciudades, herencia del recuerdo de la guerra. Muchos de ellos fueron niños que vivieron en medio de la guerra y, cuando crecieron, relataban los horrores y padecimientos que habían vivido. Fue este, un elemento que unió a los escritores con su público, ya que se identificaban con un hecho que había marcado sus vidas.
Sin embargo, el verdadero inicio del manga como tal y como hoy es conocido, se dio en 1947 con Tezuka Osamu, un médico quebrado que “copiando el estilo de Disney”, crea una historia de robots que obtuvo un éxito impresionante y en menos de cinco años, ya había creado mas de cinco nuevas series, entre las cuales la mas famosa y conocida es Tatsuwan Atom (Astro Boy).
