Corría el año 1988 y la poco conocida empresa japonesa Tad Corporation lanza un juego para salones arcade llamado Cabal que aprovechaba la popularidad de personajes como Rambo para ofrecer una aventura de acción, disparos, explosiones y mucha sangre.
Muchos jóvenes de aquellos años recordarán la diversión de poder jugar en cooperativo con un amigo y destruir tanques y ejércitos enemigos con una ametralladora o granadas, pero no Cabal no solo triunfó en los salones de videojuegos, también tuvo versiones en distintas consolas de la época, una de las más extendidas la de NES que quizás sea la que más recuerde la mayoría.
Aún hoy, pese al paso del tiempo, Cabal sigue siendo un juego divertido. Controlamos a un personaje de espalda y disparando sin pausa contra el ejército enemigo, podemos utilizar granadas y ametralladoras para destruir los edificios y escondites de los enemigos, y además tenemos la posibilidad de saltar de un lado a otro y escondernos para no ser derribados.
El juego era innovador en su época por el uso de una suerte de perspectiva 3D que nos permitía ver como se acercaban los soldados enemigos. Había jefes finales y el agregado de un segundo jugador le agregaba aún más diversión a las partidas.
El éxito de Cabal hizo que Tad Corporation lanzará otro juego de estilo similar, aunque ambientado en el lejano oeste, llamado Blood Bros. Esta segunda versión tenía gráficos más coloridos y una estética con mucho más sentido del humor.
Cabal paso a la historia como un arcade de acción de buen desempeño en los salones y con excelentes adaptaciones a las principales consolas hogareñas de la época, hoy es recordado por su música de final de pantalla que era muy alegre y casi una broma en relación a la destrucción y la muerte de cada nivel.
