Para terminar con el repaso de las diferentes apariciones de Bahamut en la saga Final Fantasy, hoy recorremos los juegos de la franquicia desde el FF X en PlayStation 2 hasta el lanzamiento de Dissidia 012 o el juego Theatrhythm Final Fantasy que salió para festejar los 20 años de la serie.
En Final Fantasy X enfrentamos a Bahamut en diferentes ocasiones de acuerdo al invocador que nos encontramos. Al final tiene una gran importancia al revelar el objetivo y los orígenes de Tidus y su destino de derrotar a Sin para siempre.
Bahamut también aparece en la secuela, Final Fantasy X-2, incluso puede ayudarnos a revivir a un personaje muy importante si cumplimos con todos los requisitos que se reparten a lo largo de la partida. En el inicio de la nueva generación Bahamut dejaba de ser simplemente una invocación poderosa y sumaba a la trama del juego.
En Final Fantasy XI el dragón no se puede invocar. Es un avatar relacionado con la trama, principalmente con el hilo argumental de Chains of Promathia. Tampoco en FF XII podemos usar a Bahamut, aquí el dragón ha sido convertido en una fortaleza voladora que sirve como el calabozo final que hay que superar.
En el juego de estrategia FF XII: Revenant Wings podemos usar a Bahamut como invocación se lo derrotamos en el Calabozo del Tiempo Olvidado, en la historia también hace las veces de una poderosa arma destructiva a la que hay que derrotar para salvar al mundo.
En Final Fantasy XIII Fang puede invocar a Bahamut para luchar, y en FF XIII-2 el antagonista principal utiliza una versión más poderosa llamada Chaos Bahamut, y posteriormente otra llamada Jet Bahamut.
El resto de apariciones del rey dragón en la serie no difiere demasiado, salvo las animaciones y las cinemáticas. Siempre es un poderoso ente de gran poder que puede ser nuestro aliado o estar en nuestra contra, pero si hay algo que Bahamut ha demostrado a lo largo de los años es que su llegada no pasa nunca desapercibida.